La terapia Gestalt se presenta como una filosofía de vivir, una manera particular de concebir las relaciones del ser humano con el mundo.

La manera de hacer psicoterapia no se centra en la enfermedad, sino más bien en generar salud desde las potencialidades que posee la propia persona. Desarrolla una visión integral del ser ser humano, rehabilitando el sentimiento emocional y corporal tan censurados en la cultura occidental, e incluyendo también el plano psicológico y el espiritual, creando así una visión más global de la persona.

La terapia Gestalt favorece un contacto auténtico con uno mismo y con los demás. Se centra en el Aquí y Ahora, en el momento presente.

La terapia Gestalt se encuentra entre las Terapias Humanistas, con influencias del Psicoanálisis, las terapias corporales y la filosofía oriental.